jueves, 19 de abril de 2012

Violencia Familiar y Sexual, y el Centro de Emergencia Mujer

Provincia de Satipo





La violencia contra la mujer es un persistente problema mundial que cruza límites culturales, geográficos, religiosos, sociales y económicos, que obliga a los estados a tomar medidas y desarrollar políticas para prevenirla, sancionarla y erradicarla.

Centro de la Mujer Peruana Flora tristan



En el Perú el nivel de violencia familiar y sexual es alarmante, pues tenemos que “Cada hora, 10 mujeres son víctimas de violencia familiar. Cada mes, 9 mujeres son asesinadas por violencia familiar o sexual. (Sánchez 2010), encontrando además que se ha naturalizado, ya que, gran parte de la población encuentra natural que exista violencia al interior de la familia, impidiendo el desarrollo de la población que la sufre; por lo que esta problemática debería ocupar un espacio especial en las discusiones políticas y jurídicas a nivel nacional y local. Entonces, entendamos la violencia familiar como:
Cualquier acción u omisión que cause daño físico o psicológico, maltrato sin lesión, inclusive la amenaza o coacción graves y/o reiteradas, así como la violencia sexual, que se produzcan entre: cónyuges, ex cónyuges, convivientes, ex convivientes, ascendientes, descendientes, parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, quienes habitan en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales, quienes hayan procreado hijos en común, independientemente que convivan o no, al momento de producirse la violencia, uno de los  convivientes y los parientes del otro hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, en las uniones de hecho. (Congreso de la república 1993)
Para la atención a este problema el estado ha implementado políticas públicas de prevención y atención de la violencia familiar y sexual. Como es el caso de los Centros de Emergencia Mujer. A continuación se detallara y analizara la situación de uno de los 150 CEM existentes a nivel nacional: El Centro de Emergencia Mujer de la Provincia de Satipo, y para tener el panorama completo también se visualizara el contexto donde interviene.

El Centro de emergencia mujer (CEM) es un programa público que se empieza a implementar en el año 1999, donde orgánicamente  dependía del Programa Nacional contra la Violencia familiar y sexual,  del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables  (antes MIMDES). El cual ofrece servicios, especializados y gratuitos, de atención integral y multidisciplinaria para víctimas de violencia familiar y sexual.

El CEM Satipo inicio sus actividades en el año 2007, mediante un convenio entre la Municipalidad Provincial de Satipo y el ministerio. En el 2011 se inició con la transferencia del programa a la Municipalidad, sin embargo por los conflictos presentados en dicho proceso, temporalmente ha regresado a depender del ministerio.


El CEM Satipo, se encuentra integrado por un equipo multidisciplinario de profesionales como son:
La Admisionista, que es la que atiende y brinda orientación a los usuarios, realizando la derivación al área respectiva, de acuerdo al problema presentado. Adicionalmente se encarga del procesamiento, registro estadístico y custodia de las fichas de registro.
El Servicio de Psicología, el cual se encarga de brindar el soporte emocional a la persona afectada por la violencia a través de la consejería y terapia breve.
Área Legal, que brinda asesoría legal a las personas afectadas por violencia familiar y sexual. Entre las principales acciones que realiza son: Formulación de denuncia o demanda, medidas cautelares de protección solicitadas, participación en audiencias, Investigaciones tutelares, Solicitudes de detención y Diligencias.
Área Social, quien genera un soporte de protección social para la persona afectada. Realiza el diagnostico social, efectúa gestiones sociales, derivaciones a servicios complementario.
Área de promoción, encargada de la prevención y promoción, realizando acciones como: capacitaciones, campañas  comunicacionales, formación de agentes comunitarios y movilización de organizaciones e instituciones.
El CEM Satipo viene funcionando en un ambiente brindado por la Municipalidad Satipo (Punto establecido en el convenio con la Municipalidad), ubicado en el centro cívico, de la misma ciudad. El ambiente es amplio y cada área cuenta con una oficina, debidamente equipada y amoblada.

Sin embargo, a pesar de contar con las facilidades ya nombradas (teniendo en cuenta la precaria situación de otros servicios sociales públicos en cuanto a infraestructura, equipos, mobiliario y personal capacitado), en la provincia de Satipo solo existe un CEM, encontrándose insuficiente, por las características de la zona y la población que se verán a continuación:

Satipo es la provincia con mayor extensión de Junín, ocupando el 43.5% del territorio con 19,432 km2. Cuenta con una vegetación abundante, tipo tropical, montañoso. El territorio abarca cinco valles tradicionales: Satipo, Perené, Pangoa, Ene y Tambo.

La provincia de Satipo tiene 193,872 habitantes, ubicándose en el segundo lugar después de Huancayo entre las provincias con mayor cantidad de habitantes de la región Junín (16 % de 1,225,474 habitantes); tiene 8 distritos, entre los cuales el distrito de Satipo es el más poblado, representando el 18.73% de la población total de la provincia (36,307 habitantes); en segundo lugar se ubica Río Tambo con el 16.80% (36,307 habitantes), Pangoa con el 15.27% (29,595 habitantes), Mazamari con el 14.58% (28,269 habitantes), Río Negro con el 13.40% (25,981 habitantes), Pampa Hermosa con el 3.87% (7,508 habitantes), Coviriali con el 2.72% (5,266habitantes) y Llaylla con el 2.65% (5,143 habitantes). (INEI 2007)

El mayor porcentaje de sus habitantes se encuentra entre el grupo de 0 a 14 años con 39,49% de la población total. Teniendo una población eminentemente joven. Los varones representan el 53.6% y las mujeres el 46.4%. La familia en Satipo está compuesta por 5 miembros en promedio. (INEI 2007)

En la provincia de Satipo se puede encontrar la convergencia de diferentes culturas puesto que se encuentran asentados dos grandes grupos poblacionales: Las llamadas Comunidades Nativas:  Asháninkas, Nomatsiguengas, Kakintes y las familias migrantes desde la costa y la sierra. Es por esta razón que el dominio del castellano representa el 69%, el asháninka es el segundo idioma que domina la población (17%) y el quechua es el idioma que figura en la tercera ubicación (10%). (Municipalidad Provincial de Satipo 2009: 20-21)



La Provincia de Satipo se ubica entre las provincias con mayor severidad de pobreza, de acuerdo al Mapa de Pobreza del MEF-2001, Índice de Pobreza: 0,6182606763; y según FONCODES -2006 con un Índice de Carencias de 0.7600, Quintil 1, está calificado como de extrema pobreza; porcentaje de población sin agua: 61%, sin desagüe/ letrina: 25%, sin electricidad: 68%; con una tasa de Analfabetismo en mujeres: 21%, Niños de 0-12 años: 36%, y 50 % de desnutrición. (Municipalidad Provincial de Satipo 2009: 17)

El nivel educativo en la Provincia es bajo, de acuerdo a los estándares de calidad, por el limitado acceso al servicio de educación, equipamiento, baja preparación del docente y el incumplimiento de horas efectivas de dictado de clases. (UGEL 2010)

Para el año 2007, la Red de Salud Satipo reportó 30 % de Desnutrición Crónica,  3 % de Desnutrición Aguda y 17 % de Desnutrición Global en niños menores de 5 años, en el ámbito de la provincia de Satipo. 

Durante la década de los ochenta y los primeros años de los noventa, la provincia al igual que en varias partes del país sufrió la violencia política, encontrándose aún en la actualidad muestras de las consecuencias de esta violencia. (Municipalidad Provincial de Satipo 2009: 24)


La mayoría de las familias se encuentran en situación de crisis por la situación de pobreza, hay un alto porcentaje de violencia familiar, hogares desintegrados, generando graves consecuencias para los niños y niñas.

Son todas estas peculiaridades las que evidencian la importancia de la existencia de un trabajo multidisciplinario para la prevención y atención de la violencia familiar y sexual, así como la atención a las víctimas. Pero solo se tiene la presencia de un CEM para toda la provincia, teniendo en cuenta la cantidad de población y la expansión geográfica los esfuerzos son insuficientes. Los promotores del CEM tienen que recorrer los distritos cada vez que se presenta un caso, a pesar de los limitados recursos económicos.

Entonces si bien se tiene este equipo multidisciplinario los operadores no pueden cumplir con las funciones especìficas de los CEM, por ejemplo el área de psicología debería intervenir en la recuperación de la víctima, pero ya no hacen la recuperación completa y derivan a la víctima al hospital “Manuel Higa Arakaki” de Satipo, donde la atención no es gratuita, a pesar de la existencia de la norma (Ley 26260), produciéndose como consecuencia que muchas veces la víctima no siga el tratamiento por la carencia económica.

Otro aspecto importante a resaltar es el poco tiempo que puede dedicarle cada operarador a un caso por la cantidad de casos que se presentan a diario (un promedio de 3 a 4 casos al día) como es el caso del trabajador social, que para realizar la investigación de un caso realiza una entrevista de solo unos 20 minutos para luego hacer un análisis personal sobre la veracidad del caso y si este pasa dicha evaluación, el operador realiza una visita domiciliario, para luego redactar su informe y derivar el caso al área legal.

A parte de ello, gran parte de la población, inclusive del mismo distrito de Satipo, desconoce sobre la existencia del CEM, evidenciándose la necesidad de promocionar aún más el servicio que presta; pero esto nos lleva a una nueva reflexión, pues, si la población en su totalidad aún no conoce el programa o conociéndolo no denuncian el caso por temor a represalias o estigma social, y aún así el programa ya no se da abasto para cubrir la demanda, que pasaría si esta demanda aumenta como consecuencia de las labores de promoción del servicio. Este es un punto que merece ser analizado con mayor detenimiento, pues una de las labores del promotor es justamente esa: promover la cultura de la denuncia, así como los servicios que presta el programa a la población.

Además hay otros factores externos que entorpecen aún más el trabajo del CEM, como son:

La lentitud del proceso judicial y fiscal, que por ejemplo provoca la demora de emisión de medidas cautelares de protección, a pesar que ya el asesor legal del CEM formaliza la denuncia ante la fiscalía, pasan varios días antes de ser emitidas, y mientras tanto la víctima sigue en la misma casa con su agresor.

La carencia de una casa de refugio para albergar a la víctima es una gran desventaja, pues si bien el CEM solicita que se dicte como una medida cautelar la separación transitoria de la víctima mientras dura el proceso, no hay un lugar donde se pueda trasladar a la víctima; sumándose un problema más que debe de resolver el CEM.

El desinterés de las autoridades en la problemática y por tanto en invertir en su prevención provoca que el CEM no reciba un apoyo sustancioso que contribuya en el logro de mejores resultados.

Operadores no capacitados e insensibilizados ante la problemática, no brindan un buen servicio, entorpeciendo el trabajo del CEM como es el caso de la policía nacional de Satipo cuyos efectivos no son capacitados en el tema teniendo un trato tosco con la víctima, cayendo muchas veces en la revictimización.

La transferencia acelerada de los programas sociales a los municipios locales, sin un proceso adecuado de capacitación y sensibilización de las autoridades y los funcionarios a cargo de dichos programas, que provoco conflictos en la administración del programa, terminando en la renuncia de varios operadores, por incompatibilidad de ideas con la actual gestión municipal.

Para subsanar estas limitaciones y dificultades en la intervención del CEM es necesario implementar una serie de acciones a nivel nacional, provincial y local, entre las más resaltantes tenemos:

La creación de nuevos CEM en la provincia como en el distrito de Rio tambo por ser el más alejado, para ampliar la cobertura de atención.

Creación y fortalecimiento de las DEMUNA, pues en los distritos que no existe CEM, las DEMUNA son las encargadas de brindar orientación y consejería en casos de violencia familiar y sexual; pero se debe sensibilizar a las autoridades sobre la importancia de la existencia de estos servicios(En la provincia de Satipo, solo 4 distritos, de 8, cuentan con DEMUNA), además de encontrar casos en que se coloca a gente en el servicio, sin estudios ni especialización en el tema, por brindar un puesto a una persona simpatizante de su partido o allegada a ellos.
 
La articulación de los servicios que brindan atención y protección a las víctimas de violencia familiar y sexual, para reducir la burocracia en el proceso y promover acciones de prevención de manera integral, es decir con todos los actores involucrados en la provincia (sector salud, sector educación, poder judicial, PNP, MINJUS, MIMDES, ministerio público, las ONG etc.), aspecto en el cual se tiene un avance con la existencia de comités multisectoriales en la provincia, comités que deben de ser fortalecidos.



Capacitar y Sensibilizar a los operadores en metodología de atención a las víctimas (en especial a niños, niñas ya adolescentes), desarrollo correcto de la entrevista para evitar la revictimización, y sobre la normatividad y procedimiento en atención de casos de violencia familiar y sexual.

Estandarización de protocolos de atención y registro de casos, que permitan que los servicios de atención y protección a víctimas de violencia familiar y sexual informen los casos atendidos para así poder tener un panorama claro y preciso de la problemática que ayude a evaluar los cambios que el CEM tiene como propósito generar, como es la reducción de los niveles de violencia en la provincia.

Hacer Incidencia para lograr una mayor inversión por parte de los gobiernos locales en proyectos que promuevan la prevención de la violencia familiar y sexual (como el desarrollo de capacidades en la población), y la atención oportuna de los casos que se presentan (como la construcción de una casa refugio).

El ministerio debería repensar y reprogramar un nuevo proceso de transferencia adecuado de los programas sociales a las municipalidades, con plazos apropiados, capacitación y sensibilización de autoridades y funcionarios, sin acelerar etapas.

En conclusión, la implementación de los centros de emergencia mujer (CEM) para la intervención en la problemática de violencia familiar, es un acierto, pues posee un equipo multidisciplinario para la atención de las víctimas y promoción de acciones de prevención; sin embargo las características del contexto en que viene funcionando el CEM de la provincia de Satipo limita y dificulta su accionar, como son: la extensa área geográfica; el gran número de habitantes (5 profesionales para atender a 193,872 habitantes), además que la mayoría de estos habitantes poseen características que se convierten en factores de riesgo para la existencia de la violencia familiar y sexual como son: la extrema pobreza, la insatisfacción de las necesidades básicas (nivel educativo deficiente, desnutrición) y el antecedente de violencia política; a esto se suman los factores externos como es la indiferencia de las autoridades locales y de los mismos operadores de justicia. Por lo que se tiene que apoyar acciones que hagan frente a estas limitaciones como: la creación de nuevos CEM en la provincia, la articulación de los servicios que intervienen en el tema, capacitación y sensibilización a los operadores de dichos servicios y a las autoridades, entre otros. Es necesario desarrollar estas alternativas ahora, para apoyar esta estrategia de atención y prevención de la problemática que implementa el MIMDES a través de los CEM para que no se convierta una vez más en una buena política mal implementada como tantas otras.





BIBLIOGRÁFIA

CONDEZO MONGE, Ana María
2010                Primera entrevista CEM. Entrevista del 10 de diciembre a Italo Ochoa Vílchez.

CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ
1993                Ley 26260. Ley de protección frente a la violencia familiar. 23 de diciembre
INEI
2007                Censo de Población y Vivienda del año 2007 (CPV 2007). Lima

MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE SATIPO
2009                Plan de desarrollo concertado de Satipo. Satipo

SÁNCHEZ ALVAREZ, Shirle
2010               “Situación  social  de  la mujer  y  la violencia  en el Perú”. Lima

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