sábado, 31 de marzo de 2012

PARTICIPACIÓN CIUDADANA INFANTIL


“Existen resistencias en la sociedad y dificultades que surgen en cuanto se intenta modificar la actitud del adulto frente a los niños, y tratar a cada uno de éstos como alguien más pequeño que uno pero de igual dignidad”
François Doltó



Para entender la situación de la participación ciudadana infantil en nuestro país, es necesario, primero comprender bien la categoría de ciudadana, conocer la normatividad que la respalda y así poder analizarla, comprendiendo de esta manera la importancia de promoverla, para asegurar el desarrollo de nuestra sociedad.

Participación Ciudadana es poner en práctica la condición de ciudadanía que tiene la persona, y ¿De qué trata esta condición?, pues bien un ciudadano es toda persona que perteneciendo a una comunidad especifica ejerce sus derechos y cumple con sus responsabilidades o deberes; en relación a su derecho de participación.

De esta manera  se reconoce a los ciudadanos como agentes activos de su promoción y desarrollo. Contribuyendo a la legitimización de las acciones del estado, pues debieran de participar activamente de su gestión, ya que una de las características de la democracia y la descentralización en nuestro país es la promoción de la participación y vigilancia, buscando que el propio ciudadano participe de las decisiones en la gestión del estado, entendiendo de esta manera que la esencia de toda ciudadanía es considerar al ser humano como sujeto de derechos.




Es así que, la participación ciudadana es un derecho que se ejerce en los diferentes espacios públicos, donde se vean involucrados de forma directa o indirecta los intereses de la población, como en el proceso presupuesto participativo, la rendición de cuentas, el plan de desarrollo concertado, en las elecciones locales, regionales o nacionales, en la vacancia y revocatoria de autoridades, en los consejos de coordinación, entre otros.

El derecho de participación ciudadana tiene su respaldo en las leyes nacionales, algunas de estas normas son:

La Constitución Política del Perú, de 1993, la cual en su artículo 2, inciso 17 indica que la persona tiene derecho a participar en la vida política, económica, social y cultural de la nación; y en su artículo 31 refiere el derecho de la participación ciudadana en los asuntos públicos.

La Ley de Bases de Descentralización (Ley 27783), que entro en vigencia en el año 2002, en su artículo 6 señala que, la descentralización se desarrollara bajo el objetivo social de la participación ciudadana en todas sus formas de organización. Y en su artículo 17 indica que los gobiernos locales tienen la obligación de promover la participación ciudadana.

La Ley Orgánica de Municipalidades, que entro en vigencia en el año 2003, donde señala en su artículo 111, el deber que tienen las Municipalidades de promover la participación ciudadana.

Ley Marco del Presupuesto Participativo (Ley 28056), que se promulgó en el año 2003, la cual señala entre sus principios rectores: La Participación (Promover la participación ciudadana como base para el desarrollo del proceso), La Igualdad (Las organizaciones de la sociedad civil tienen igualdad de oportunidades para intervenir en el proceso) y La Equidad (La participación de los ciudadanos se llevará a cabo sin discriminación).

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, podemos concluir que el tema de participación ciudadana no es un tema nuevo en nuestra sociedad, sin embargo cuando hablamos de Participación Ciudadana Infantil es donde empieza el debate.

Entonces, la pregunta sería: ¿Quiénes son ciudadanos? Pues bien, tradicionalmente se comprendía que ciudadano era toda persona mayor de 18 años, sin embargo en la actualidad se entiende que todas y todos los miembros de nuestra sociedad son ciudadanos, al margen de cualquier tipo de diferencia, por edad, sexo, género, grupo étnico, discapacidad, etc.

Pues si se entiende correctamente la esencia de la ciudadanía (que es considerar al ser humano como sujeto de derechos), entonces entendemos que los niños, niñas y adolescentes, son ciudadanos.


La participación infantil, es respaldada por la Convención sobre los Derechos del Niño en sus artículos 12 y 13. La cual es un documento ampliamente ratificado a nivel mundial y que introduce una nueva visión sobre infancia reconociendo al niño, niña y adolescente como sujeto de derechos y actores sociales (en igualdad de condiciones que cualquier otro), con capacidades y habilidades.

De igual manera el Código de los Niños y Adolescentes (Ley 27337) del año 2000, también los reconoce en dicha condición, con el derecho a opinar en todos los asuntos que los afecten, así como a asociarse libremente, pudiendo estas organizaciones ser reconocidas por los gobiernos locales (Articulo II del título preliminar, Artículos 9 y 13).

Sin embargo, a pesar que la participación infantil es un discurso que se encuentra presente en dichas normas, así como en los programas y proyectos del estado, por qué razón aún causa polémica el aceptar y promover la participación ciudadana infantil.

Pues tenemos que comenzar por admitir que a pesar de toda esta normativa internacional y nacional, ratificada y promulgada por nuestro país; aún nuestra sociedad no es capaz de reconocer a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, sino más bien como objetos de protección, pues en nuestra cultura patriarcal, son vistos como seres desvalidos, incapaces de tomar decisiones valederas en estos espacios públicos, volviéndose su participación en innecesaria para el desarrollo del país. Por lo que, pasaron a ser sujetos de derechos y ciudadanos solo en el papel.



No obstante las organizaciones de niños, niñas y adolescentes vienen luchando para promover una participación infantil protagónica, con el apoyo de algunas instituciones aliadas, de esta manera se tienen experiencias positivas y favorables para la infancia, como la priorización de más de 18 proyectos presentados por las Coordinadoras de Municipios Escolares (CODEMEs) de las regiones de Junín y Huancavelica, proyectos que satisfacen las necesidades básicas de la niñez.



Para asegurar el cumplimiento de las leyes y extender este tipo de experiencias favorables, es necesario crear mecanismos de participación de la niñez en los gobiernos locales, como es el caso de los consejos consultivos de niños, niñas y adolescentes, que están implementándose en los municipios de nuestra capital, cuyas funciones son: Elaborar y presentar propuestas de políticas en materia de niñez y adolescencia, emitir opinión sobre todas las consultas que realicen en materia de políticas sobre niñez y adolescencia, vigilar y exigir el cumplimiento de derechos y políticas que les afecten, representar a las niñas, niños y adolescentes ante las autoridades e instituciones locales, regionales y nacionales vinculadas a la atención de la niñez y adolescencia, participar en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas locales relacionadas a la niñez y adolescencia, y difundir y promover los derechos y deberes de las niñas, niños y adolescentes.

Finalmente es preciso reconocer que al promover la participación protagónica de los niños, niñas y adolescentes en nuestra sociedad, se sensibiliza una nueva generación, que crece forjándose una conciencia ciudadana, que como nos dice Alejandro Cussiánovich[1] es: …la pertenencia a un colectivo mayor, con identidad propia y propositiva, con absoluta valoración y respeto por el otro, con saber ser y saber vivir con los demás”. Para que de esta manera los individuos de la sociedad comprendan la responsabilidad que tienen en la construcción de una sociedad justa e inclusiva, que respeta a los demás a pesar de las diferencias, pues “el orden social se construye desde los individuos que la constituyen”.[2]
 
 


[1] Alejandro Cussiánovich (2005) “Participación ciudadana de la infancia desde el paradigma del protagonismo”, II Congreso Mundial de Infancia Adolescencia “Ciudadanía desde la Niñez y Adolescencia y Exigibilidad de sus Derechos”,IFEJANT.
[2] J. J. Pérez, (1994) “El niño como sujeto social de derechos: Una visión del niño para leer la Convención”, en Niño y adolescente: enfoques y contexto, Radda Barnen.