lunes, 10 de diciembre de 2012

RESPONSABILIDAD DE TODOS Y TODAS

Es importante que todos y todas nos responsabilicemos de contribuir con el cambio, aportando desde nuestros espacios, con acciones de prevención de la violencia, promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes, educándonos y denunciando.
Pues es un problema que enferma a la sociedad e impide su desarrollo. A continuación presento algunos cortos realizados por UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) cuyo objetivo es la sensibilización de la sociedad ante la violencia dirigida a niños, niñas y adolescentes.



SITUACIÓN DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES EN EL PERÚ


El Perú cuenta con 10 millones 550 mil 968, menores de 18 años de edad (35,4% de la población total del país), de los cuales 50,9% son hombres y el 49,1% son mujeres.

La pobreza afecta en mayor número a la niñez y adolescencia (45,4% de los 10 millones 572 mil niñas, niños y adolescentes) que significa 10,6 puntos porcentuales por encima del promedio de pobreza del país que fue de 34,8% (año 2009). En el área rural esto se agrava, pues la pobreza afectó al 68,5% de sus niñas, niños y adolescentes, es decir 2,3 veces la pobreza del área urbana (29,3%). Es decir en el área rural la tercera parte de NNA son indigentes, pobres extremos.

Esto nos demuestra que las brechas socioeconómicas en el Perú aún persisten, y se basan en el origen étnico, el género y el estrato social. Es así que la niñez que se encuentra en situación de pobreza, tienen restringidos sus derechos humanos, viven en la calle o si tienen familia se incorporan tempranamente al trabajo y carecen de educación, servicios de salud o una alimentación adecuada; convirtiéndose en un segmento poblacional muy vulnerable a los malos tratos y a la explotación.


La violencia familiar y sexual contra niñas, niños y adolescentes, se presenta en la familia, la escuela, el barrio, entre otros; pero es la violencia que se desarrolla en el seno de la familia la más extendida, grave y frecuente. Esto se da a causa de los patrones culturales de  violencia, que aún siguen persistiendo en nuestra sociedad, donde se entiende como parte de la educación de los y las menores, el uso de la violencia; esto es ratificado por los datos extraídos de ENDES (encuesta demográfica y de salud familiar) del 2010, donde el 24,4% de las mujeres entrevistadas tuvo la creencia que para educar a sus hijas e hijos es necesario el castigo físico.

Es por esta razón que las niñas, niños y adolescentes maltratados suelen aceptar y justificar el castigo, sintiéndose muchas veces culpables de que estas conductas, pues en muchos hogares a nivel nacional se encuentra “normal” el uso de la violencia al interior de la familia, infringida del padre a la madre y de ambos hacia sus hijos e hijas.

En la actualidad no se tiene precisión de datos, sobre la dimensión cuantitativa y cualitativa de la violencia familiar en contra de niñas y niños que sustente la definición de Políticas y Programas Públicos de Atención. Convirtiéndose en una gran debilidad para enfrentar dicha problemática.



Una de las variables relacionadas a este tipo de violencia, son las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, desigualdad que coloca en situación de desventaja a las mujeres, lo cual determina que una significativa mayoría de las víctimas sean mujeres imposición de trabajo doméstico, maltratadas cuando no cuidaron “adecuadamente” a los hermanos y hermanas menores y además víctimas de abuso sexual intrafamiliar.


La Policía Nacional del Perú reporta a nivel nacional el registro de 95 219 casos por violencia familiar entre enero a diciembre de 2010. De este grupo el 9.36% (8,919) fueron víctimas menores de edad, correspondiendo el 70.55% (6,293) al sexo femenino y el 29.44% (2,626) al sexo masculino. En ambos sexos, el grupo etáreo de mayor incidencia es el de 11-17 años de edad.

Los CEM a nivel nacional, reportaron para el año 2011 haber atendido 11,212 casos de niñas, niños y adolescentes afectados por violencia familiar y sexual.

Un dato que nos muestra la magnitud del problema, es que para el año 2010, 49 niñas, niños y adolescentes murieron a manos de un familiar, es decir, en promedio, cada mes 4 menores de edad fueron asesinados dentro de sus hogares.

Otro tipo de violencia dirigida a niñas, niños y adolescentes son las situaciones de trata (sexual, laboral y mendicidad)

La ley tipifica la trata de personas en el artículo 153 del Código Penal: como la acción de favorecer, financiar o facilitar la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país, recurriendo a: la violencia, la amenaza u otras formas de coacción, la privación de libertad, el fraude, el engaño, el abuso del poder o de una situación de vulnerabilidad, o la concesión o recepción de pagos o beneficios, con fines de explotación, venta de niñas y niños, para la explotación sexual, someterlo a esclavitud sexual u otras formas de abuso sexual, obligarlo a mendigar, a realizar trabajos o servicios forzados, a la servidumbre, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud u otras formas de explotación laboral o extracción, o tráfico de órganos o tejidos humanos.
Los niños, niñas y adolescentes constituyen uno de los sectores más vulnerables de la población, agravándose dicha situación si son parte del sector en situación de pobreza y pobreza extrema, por lo tanto se encuentran expuestos a este tipo de delito

De igual manera un factor limitante, que se repite, para afrontar el problema es la inexistencia de datos exactos que nos demuestre la real magnitud, dificultándose así el diseño, ejecución y evaluación de planes y programas que busquen dar solución a dicho problema, entre los pocos datos registrados sobre Trata de menores es el presentado por el sistema RETA (Sistema de Registro y Estadística del delito de trata de personas y afines) de la PNP, el cual registro en el año 2011, 167 casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de situaciones de trata de personas. Un dato que claramente no demuestra la realidad, pues por dar un ejemplo, si salimos a dar un paseo por las ciudades como Lima y Huancayo, podemos ver un gran número de niños, niñas y adolescentes en situación de mendicidad, sin embargo aún no existe un mecanismo de investigación que demuestre dicho delito.



BIBLIOGRAFÍA

MINISTERIO DE LA MUJER Y POBLACIONES VULNERABLES
2012          Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia. Lima

SERGIO PINHEIRO, Paulo
2005          Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y las Niñas. ONU