“En una sociedad donde la competitividad es un valor central, los mecanismos de exclusión constituyen una regla de juego elemental y necesaria. La competitividad es por naturaleza excluyente, por eso, niños, ancianos, mendigos, inmigrantes, indígenas, minusválidos deficientes, etc. fácilmente se convierten en excluidos… la Exclusión hoy es un fenómeno social y una cuestión política, económicamente mala, socialmente corrosiva y políticamente explosiva”. (Carmen Bel Adell)
Con este artículo pretendo esclarecer la errónea idea, de que exclusión social es lo mismo que pobreza, para esto expondré de manera breve las definiciones de pobreza y exclusión, para luego detallar las dimensiones que abarca la exclusión social, concluyendo finalmente en un conjunto de razonamientos con respecto a la importancia de promover acciones a largo plazo para evitar la permanencia de la exclusión social.
En primer lugar, resulta indispensable comprender claramente el término de “Exclusión social”, para entender que dicho fenómeno abarca más aspectos que solo el económico, es por eso que hablar de exclusión social no es lo mismo que hablar de pobreza. Pues como nos detalla el MEF, el término Pobreza se entiende como “la insuficiencia de ingresos o gastos de la población respecto a un consumo mínimo aceptable socialmente” (MEF 2009:39). Y la Exclusión social, se refiere a “quienes tienen un lugar en la sociedad y los que están excluidos de ella" (Libro Verde sobre la Política social europea), es decir los que son ignorados y rechazados en la dinámica de la sociedad, limitando su desarrollo y el acceso a oportunidades que le permitan satisfacer sus expectativas en cuanto a su plan de vida.
Entonces podemos entender que la exclusión social tiene más dimensiones que la meramente económica. Sagasti identifica cinco dimensiones: Cultural, política, económica, ambiental y social. (SAGASTI 2008:04).
La dimensión cultural de la exclusión se manifiesta en la población al no sentirse representado por sus autoridades, esto a causa de las brechas étnicas, lingüísticas, culturales y hasta religiosas, que a su vez se manifiesta en el rechazo mostrado por estos y a estos grupos excluidos.
Fuente: Archivo personal
La dimensión económica, que se visualiza en la desigualdad de oportunidades para acceder (o crear) un puesto de trabajo con una remuneración que permita a la persona llegar a satisfacer la canasta básica familiar.
La dimensión política, se manifiesta básicamente en el limitado ejercicio de los derechos de primera generación de la persona, es decir sus derechos civiles y políticos, como el de elegir y ser elegido autoridad y el acceso equitativo a la justicia.
La dimensión Ambiental, que puede ser observada en la incapacidad de la población para hacer frente a los desastres naturales, a la exposición a la contaminación y al deterioro de los recursos naturales, como es el caso de la población de Ica que sigue viviendo entre escombros, la población situada en los alrededores de los asentamientos mineros, que tienen elevados niveles de plomo en la sangre, o el caso de la tala indiscriminada de árboles en la amazonia.
La dimensión social, la cual se muestra en la desigualdad en el acceso a los servicios básicos necesarios para que se garantice una óptima calidad de vida de la población, como son los servicios de salud, educación, saneamiento, nutrición, vivienda y hasta el acceso de un servicio para el cuidado de los niños (indispensable para madres que necesitan ingresar al mercado laboral). Otra de las formas en que se manifiesta la exclusión social es en la vulneración de los derechos de la persona.
Fuente: Archivo personal
Por lo antes expuesto, tenemos que darnos cuenta que, cuando un grupo es excluido de la sociedad se le esta impidiendo su desarrollo; entendiendo esta exclusión como un proceso, es decir no es una situación solo del presente, sino que suele ser continuada por las generaciones futuras de este grupo excluido, por que se les niega o limita el acceso a herramientas que permitirían su inclusión.
Por lo antes expuesto, tenemos que darnos cuenta que, cuando un grupo es excluido de la sociedad se le esta impidiendo su desarrollo; entendiendo esta exclusión como un proceso, es decir no es una situación solo del presente, sino que suele ser continuada por las generaciones futuras de este grupo excluido, por que se les niega o limita el acceso a herramientas que permitirían su inclusión.
Es evidente la necesidad de promover políticas nacionales integrales de inclusión social, que a mi entender, no solo debería ser ejecutada o promovida por un solo ministerio, sino por el contrario, cada ministerio tendría que ser responsable de un eje estratégico, promoviendo acciones (con rutas de intervención claramente establecidas) para el logro de un objetivo en común, pues como ya se explicó la exclusión abarca varias dimensiones, como las que son tratadas por los ministerios (Agricultura, Ambiente, Cultura, Trabajo y Promoción del empleo, Educación, etc.).
Entonces, es imprescindible combatir factores como la desigualdad en la distribución de los ingresos, el racismo, la discriminación de género, el centralismo, la discriminación a los niños/as, adolescentes y ancianos, la corrupción en la esfera política y en el sistema peruano de justicia y la ineficiencia de los operadores del sistema de atención y protección, como de los funcionarios públicos; pues dichos factores son los causantes de la perpetuación de la exclusión social en el Perú.
BIBLIOGRAFÍA
BELL ADELL, Carmen
2002 “Exclusión Social: Origen y Características”. Facultad de Letras. Universidad de Murcia. Murcia.
FORO NACIONAL/INTERNACIONAL
2008 “Tipología de la pobreza y dimensiones de la exclusión en el Perú”. Lima.
